No estamos solos en la peculiar manera en que el Ilustrísimo Presidente de la Audiencia de Huesca, Santiago Serena Puig, administra justicia, pisoteando las leyes y elucubrando enrevesadas sentencias tan inverosímiles como alejadas del sentido común y de la legalidad como las que nos han aplicado durante todos estos años. Si hubiera un programa en la televisión aragonesa semejante a los “guiñoles”, merecería tener un personaje fijo en él.
Recientemente, en Bogotá (Colombia) se ha descubierto una necrópolis de importantísimo valor arqueológico. A diferencia de lo que ocurrió en Belver de los Horrores, aquellos a los que despreciativamente llamamos “indios” y a los que menospreciamos por su subdesarrollo, pararon las obras al encontrar los primeros restos humanos. Los próceres de Aragón los expoliaron en Belver, e hicieron desaparecer las evidencias para seguir con sus “negocios”.
Más recientemente aún, la espadaña de la iglesia de Sant Climent de Torre de Buira, ya de por sí en lamentable estado, ha sido demolida por tres personas armadas de una soga: Tras calificar el hecho de “lamentable”, el obispado de Barbastro-Monzón rectificó y manifestó que el derribo de la torre ”ya había sido encargado a un albañil de la zona hace tres años”. ¿Tan mal de presupuesto anda este Obispado para contratar una brigada tan calamitosa? ¿Cómo puede una empresa de albañilería como Dios manda trabajar con semejantes útiles y sin la más mínima medida de seguridad, ni tan sólo un casco?
Hoy mismo el Obispo de Barbastro-Monzón reclama el Patrimonio Catalán al Obispado de Lleida. ¿Con qué autoridad y credibilidad lo reclama?¿Por qué no devuelve los difuntos de la Iglesia de Belver, expoliados y tirados en un vertedero, y los que desaparecieron del cementerio a la Familia Fox?
Esto pasa en Aragón, con la aquiescencia de las “Autoridades” a poco más de un mes de la inauguración de la Expo-2008 ¿Qué enseñará Zaragoza al mundo?
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