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viernes, 8 de mayo de 2009

Los Muertos de la Guerra Civil.

Clic en la imagen para ver los documentos.
Foto: Diario del Alto Aragón

Día 17 de febrero de 2004: El Terrorismo Judicial me manda una querella interpuesta por el cura, el alcalde, el inventor de aparatos y delitos (estos tres de Belver) y el arquitecto de Fraga que se encargó de las obras de la Iglesia. En esta querella se nos acusa a Templespaña y a mí de calumnias e injurias y de acusaciones falsas entre otras muchas cosas porque los huesos profanados en la iglesia pertenecían a enterramientos de la Guerra Civil Española. En esta querella, nuevamente, ejerce de abogado de la acusación y de juez el ínclito Emilio Rubio Carretón.

Al margen de los muchos documentos, fundamentalmente testamentos, que se custodian en el Fondo Documental y Bibliográfico Fox-Robrenyo y que demuestran que en el subsuelo de la actual iglesia de Belver (así como, anteriormente, en la primitiva iglesia de San Juan Bautista) se realizaron enterramientos desde su construcción en el Siglo XVI hasta mediados del Siglo XIX (prohibidos en el interior de las iglesias por Concordato firmado entre la Santa Sede y Su Majestad la Reina Isabel II).

Como es lógico y natural, todo el mundo sabe y conoce que durante la Guerra Civil de 1936/39 las iglesias, después de ser destruidos sus retablos, ornamentos, imágenes, ..., por los Comités Locales, fueron utilizadas como graneros, locales de baile, dormitorios de tropa, establos, etc. pero NUNCA como cementerios (lamentablemente se acostumbraron a utilizar fosas comunes en lugares generalmente poco conocidos).

El alcalde de Belver, casualmente, también es Diputado Provincial de Huesca y Jefe de Obras de dicha provincia durante muchos años, obras en las que frecuentemente trabajaba el mismo arquitecto denunciante. ¿En qué otras iglesias trabajaron sin permisos ni control?

La celebración del “Día de la Comarca” de 2008, día Cultural donde los haya, que ese año se celebró en Belver, se inició con una visita a la Muestra Gastronómica, continuó con una visita a las Bodegas de Valonga y Monte Julia y finalizó con una comida en que se hicieron los parlamentos. El alcalde de Belver fue breve, por no decir corto, y los demás políticos anunciaron las obras y construcciones que largo tiempo han sido reclamadas y que, las que no estaban ya hechas, aún no han visto la luz.

Posteriormente, se hizo la entrega de premios a los ganadores del “Concurso Comarcal de Fotografía sobre Patrimonio Cultural”. Desgraciadamente nadie participó con fotografías del “vertedero de la finca de Casa Batista” donde se encuentran tirados los difuntos de la Iglesia de Belver de los Horrores. ¡Tampoco le hubiesen dado premio!.

¡Que pena no conocer tan Magno Acontecimiento! De haberme enterado, yo me habría presentado al concurso fotográfico-cultural con alguna aportación de las fotografías que se realizaron en el Museo Comarcal que estableció la CNT-FAI en Albalate de Cinca en 1936, en el Palacio Solferino.