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domingo, 27 de julio de 2008

Contraataque

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Día 2 de mayo de 1999: Tengo el honor de hablar telefónicamente con la Diputada a Cortes de Aragón por el PAR, mi querido partido, señora Trinidad Aulló, a la cual ya le había entregado documentación el día 24 de abril en la ciudad de Fraga. Me quedo “maravillado” de lo bien que defienden el Patrimonio Aragonés. Me dice que no le mande más cartas a Santiago Lanzuela Marina, Presidente de Aragón, y que se va a intentar acabar con la situación de Belver. Yo le respondo:
- “¡Mentira patatera!”
Insiste:

- “Lo de Belver se solucionará, y sería muy bueno exponer en Las Cortes de Aragón algunos de tus libros y documentos”.
Contesto:
- “Solucionando lo de Belver se puede exponer lo expoliado y destruido en la Iglesia de este glorioso pueblo.

Día 25 de mayo de 1999: Cansado ya de tanta persecución y tanta farsa de políticos, jueces y clero que no quieren aplicar las leyes de Patrimonio, ni la española ni la aragonesa porque serían demasiadas cabezas las que dejarían de vivir de la vaca de los ciudadanos, denuncio a todas las Instituciones aragonesas ante la Guardia Civil de Belver, ya que denunciarlo en los juzgados oscenses no serviría de nada y, al menos, la Guardia Civil deja constancia en sus archivos.

Día 31 de mayo de 1999: Reitero mis denuncias a las Instituciones y a Luis Soldevilla Bardají, hermano del insigne inventor de artefactos y delitos, por nuevos atentados en nuestra finca.

Día 1 de junio de 1999: Tras largas y exhaustivas investigaciones y actuaciones, el eximio juez, Ramón Landa Pérez, del Juzgado de Instrucción de Fraga dicta Auto de Archivo de las diligencias a mi segunda denuncia, haciendo referencia sólo a Luis Soldevilla Bardají y considerando la ausencia de delito en las acciones de este individuo, pero sin enunciar causa geológica alguna que inunde mi campo.

¿Se olvidó de la denuncia de 25 de mayo contra las instituciones? Pues no emitió Auto alguno ni de Archivo ni de Incoación de Diligencias contra los denunciados, entre los que se encuentra el juzgado que él preside. Tampoco nombra a las entidades en el Auto de Archivo a mi denuncia de fecha 31 de mayo, en la que acuso abiertamente al Presidente de Aragón, Santiago Lanzuela Marina.

¿Cuantos expolios de Patrimonio Histórico se habrán encubierto a lo largo y ancho de Aragón y principalmente en la Franja de Ponent?

¿Qué atesoraba el subsuelo de la Iglesia de Belver? ¿Y la de Zaidín? ¿Y la de Fonz? ...

Día 2 de junio de 1999: Envío carta certificada a Izquierda Unida del Alto Aragón explicandole, nuevamente, los sucesos de Belver y adjuntando la documentación que hasta entonces se había generado. Poco después recibiré su respuesta en que no se compromete a nada concreto.

domingo, 20 de julio de 2008

El Rosario de la "Aurora"

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Siguen utilizando nuestra finca, tanto los implicados físicos en el asalto de la Iglesia, como sus socios de instituciones públicas de la Audiencia de Huesca y sus monaguillos del Juzgado de Instrucción de Fraga, prevaricando en el lugar no interdictado, y que la Audiencia de Huesca bautiza como “el espacio”, con resoluciones injustas e irrisorias.

Los hermanos Soldevilla Bardají, se entretienen inundando mi finca con el agua procedente de la Acequia General de Riegos con la excusa peregrina que el agua pasa de su finca a la nuestra “por su natural”, a pesar de encauzarla ellos con zanjas en el medianil (margen que separa las fincas vecinas). Como es natural, y para tener constancia de los hechos, denuncio cada una de estas actuaciones que, aunque parezcan inofensivas a algunos, aquel que tenga una ligera idea de agricultura o jardinería, conocerá que, en el momento de la siembra, las semillas regadas en exceso se encapotan con la misma tierra y no nacen (caso del maíz y los girasoles).

El eximio juez, Ramón Landa Pérez, gran conocedor de la geología del lugar afectado, en un mismo día (27 de abril de 1999) da carpetazo a mis denuncias atribuyendo las inundaciones, sucesivamente a la lluvia, las peculiaridades físicas del terreno y a filtraciones derivadas de la naturaleza del suelo.

En sus autos, realiza modificaciones (tachaduras con corrector líquido, vulgo “Tippex”) que no son validadas por ninguna diligencia que dé fe de la bondad de las mismas.

Después de incontables años de cultivo sin percance, mis girasoles quedan muertos y enterrados al no poder nacer, por la naturaleza intrínseca del terreno que ha mutado súbitamente. ¡Viva la Geología!

Entretanto, y ante tantas modificaciones realizadas en nuestra finca, de día por los esbirros del juzgado y de noche por los delincuentes nocturnos en su camino hacia los vedados de caza, el ínclito abogado, Emilio Rubio Carretón, firma unas alegaciones al juzgado que están encabezadas por su procuradora, Teresa Solans Lonca (entonces, ¿quien presenta las alegaciones, la procuradora del insigne inventor o el ínclito abogado? o ¿el ínclito abogado tomaba el nombre de la procuradora cuando le convenía? ¿Sabía la procuradora que había presentado las alegaciones que no había firmado? ¿Existe vida en el espacio exterior, prevaricado y perturbado por las autoridades judiciales? ¿De dónde venimos? ¿A dónde vamos? ¿Que pensarán los muertos del vertedero ante tanto delito? ... ) en las que se pide el cambio de calificación de mi presunto delito: en lugar de “daños”, ahora debe ser “desobediencia grave a la Autoridad Judicial” (¿qué desobediencia se puede cometer en un “espacio” en el que constantemente están prevaricando dichos jueces?).

La Audiencia, obviando estos y otros asuntos, resuelve no tocar nada en su famoso “espacio” y decretar el pago de costas a nuestra costa.

La Fiscal tampoco observa “desobediencia” al juzgado ya que los obstáculos dice que “pueden ser fácilmente retirados por una persona” (¿cuántos cultivadores debe de mover al día esa señora?) sabedora que lo que está tratando es un lugar no interdictado y que por pura prevaricación se ordenó el paso por ese punto, al no poder utilizar el “camino reclamado” por no haber un puente que cruzara la Acequia General de Riegos.

Finalmente, el eximio juez Landa, a instancia de la Fiscalía, no tiene más remedio que absolverme del supuesto delito de “desobediencia grave a la Autoridad Judicial” que es lo que reclamaba el insigne inventor a través de su ínclito abogado y su desorientada procuradora.

lunes, 7 de julio de 2008

Haced lo que os digo, pero no hagáis lo que hago

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(Imagen de la web patrimonioculturaldearagon.com)


Que bien se ajusta esta frase al Presidente de Aragón, y al que vendrá, por su actuación y permisividad en que se destruya y expolie el Patrimonio de Aragón, concretamente en la Franja de Ponent.

Día 10 de marzo de 1999: Con toda la pompa y boato que se merece, el Presidente de Aragón, Santiago Lanzuela Marina, firma la Ley de Patrimonio de Aragón, adecuación autonómica de la Ley de Patrimonio Española de 1985, aprobada por Las Cortes de Aragón. Al mismo tiempo, el mismo Presidente continúa sin aplicar ni la Ley Española ni la Aragonesa para solucionar el drama de Belver y demás pueblos que pasan por igual o similar situación.

Con qué caradura, Santiago Lanzuela Marina escribe la presentación del libro “Patrimonio Emigrado” de Antonio Naval Mas, en el cual se hace una enumeración de cómo está repartido el Patrimonio aragonés por todo el Mundo (sin contar con el que se destruye por indolencia, ignorancia o mala fe). En fecha 2 de abril de 1999 le envié una carta proponiéndole un texto alternativo al suyo y comentando su “desbordamiento de sentimientos patrios ante el toque de tambores de la “Rompida de la Hora” en Hijar (Teruel) durante la Semana Santa de ese año. Evidentemente, tuve el silencio por respuesta.

Día 18 de mayo de 1999: A este distinguido, aunque poco comunicador, amigo le dejo bien claro que lo invito a que me ponga una querella si considera que mis palabras escritas constituyen una difamación a su persona o institución. Seguramente, mis duras palabras son blandas en comparación con lo que saldría a la luz, en caso de iniciarse cualquier causa judicial contra mí por los delitos de Belver.