Cómo defienden el Patrimonio

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En las elecciones locales de 1995 concurren en Belver tres partidos políticos: PSOE, PP y PAR.

En los programas electorales, los tres llevamos la propuesta de realizar las obras de restauración interior de la Iglesia Parroquial.

El PSOE, que lleva gobernando el Municipio desde las primeras elecciones de la democracia (1979) es el más explícito y en su programa afirma que las obras de la Iglesia “ya están adjudicadas, incluidas en el Plan de Empleo de la D.G.A. y los trabajos comenzarán de forma inmediata” (ver programa electoral).

El resultado de las votaciones dio ganador al PSOE con siete concejales y dejó a los otros dos partidos representados por un concejal cada uno.

Si las obras ya están adjudicadas ¿por qué se tarda casi dos años a empezarlas?

¿Por qué el párroco, Isidro Berenguer Tomás, dice en su carta a los parroquianos que las instituciones no ayudan en las obras cuando se trata de su interior?

¿Por qué el párroco no hace constar en su carta la aportación de la D.G.A. al presupuesto de las obras?

Si las obras son una iniciativa de gobierno del Ayuntamiento, ¿por qué el párroco dice que es una obra “pastoral” inspirada por el Concilio? (Ver http://belverdeloshorrores.blogspot.com/2007/12/empieza-el-expolio.html).

¿Por qué el Ayuntamiento deja empezar estas obras sin los permisos municipales correspondientes?

¿Por qué el Alcalde y Diputado Provincial por Huesca, Jesús Alegre Estarán, o en su nombre el concejal de Cultura no supervisaron las obras ni las detuvieron en el momento que empezaron a aparecer restos arqueológicos?

¿Por qué el concejal del PP no denuncia estas irregularidades?

¿Por qué el concejal del PAR no denuncia estas irregularidades?

Siendo yo segundo en su lista, habiéndoselo pedido en distintas ocasiones, siendo él, Antonio López Buil, testigo a mi favor en los juicios que se generan en mi finca y teniendo una relación de muchos años en materia política y de comunidad de regantes ¿por qué no hace caso a mis demandas?

¿Por qué la dirección del PAR, del que soy simpatizante y a quien se lo comunico reiteradamente, no actúa en consecuencia?

En base a las repetidas promesas de apoyo que me hacen, muy especialmente Doña Trinidad Aulló Aldunate, José María Mur Bernad, Emilio Eiroa García y José Ángel Biel Rivera, decido finalmente, en marzo de 1998, afiliarme a dicha formación política.

¿Es así como el Partido Aragonés Regionalista cumple sus compromisos políticos en defensa del Patrimonio y de sus afiliados que denuncian delitos de esta magnitud?

¿Qué beneficios sacan todos ellos, los que lo perpetran y los que se inhiben, con semejante atentado contra el Patrimonio Histórico de Aragón?

¿Por qué no se presentaron las cuentas de las obras, ni por parte del Ayuntamiento ni por parte de la Parroquia, a pesar de haberse solicitado judicialmente? ¿Y por qué el Juzgado de Instrucción de Fraga y la Audiencia Provincial de Huesca permiten esta nueva irregularidad?

Nota: Se agradecerá a quien conozca o intuya la respuesta a alguna de estas preguntas, tanto si pertenece a las Instituciones aragonesas como si no, las remita a este blog.

Reportaje Fotográfico de la Guardia Civil

Informe Fotográfico de la Policía Judicial de Fraga

El día 18 de marzo de 1997, la policía Judicial de Fraga se presenta en Belver.
En la iglesia realiza un informe fotográfico cuando las obras están ya prácticamente acabadas.
En el osario del cementerio fotografía los sacos con restos humanos que se depositaron, y en la finca de Casa Batista, donde están todos los restos que durante un mes se han ido depositando, fotografía la superficie.

La denuncia a la guardia civil

El día 21 de febrero de 1997 un vecino de la localidad se persona en mi casa para avisarme que la plaza de la Iglesia se encuentra llena "de cadáveres descuartizados, restos de cajas (*) y enrunas".
Me desplazo a la Iglesia y compruebo con mis propios ojos la veracidad de lo que se me ha comunicado.
Entro en la Iglesia y pregunto quién es el responsable de las obras. No aparece ninguno e insto a los que allí están trabajando a parar la excavadora que levanta las tumbas y suelo de la Iglesia, a detener las obras y a no sacar nada más a la vía pública.
Acto seguido me voy a buscar al alcalde, al juez y al cura párroco:
El alcalde y Diputado Provincial por Huesca, Jesús Alegre Estarán, me dice que él no tiene competencias para parar las obras.
El juez de Paz, José Carrasquer Pisa, me responde "¿Aún te parece poco lo que te estamos haciendo en la finca?¿Quieres que ten hagamos más y más gordas?".
Al sacerdote no pude encontrarlo por ninguna parte.

27 de febrero de 1997: Regreso a la Iglesia y compruebo que la excavadora ya ha llegado al Altar Mayor y en el lado izquierdo del Presbiterio (mirando desde la entrada) hay una tina de piedra o cripta ya destapada y vacía. Veo tres ataúdes vacíos y enteros. Ante mis protestas, los trabajadores (uno de los cuales, Joaquín Frauca Peruga, agricultor, hace de testigo a mi favor en los constantes enjuiciamientos que la Audiencia de Huesca me pone en mi finca) recogen restos humanos colocándolos en sacos , que en un total de seis se trasladan al osario del cementerio, mientras que el resto continúan tirándolos junto con los escombros en la finca de Casa Batista. Por la tarde, otro vecino me conduce a la finca donde están tirando lo que ellos consideran "escombros". Recojo restos humanos para que sean estudiados por quien corresponda.
Se sigue trabajando sin ningún control arqueológico ni institucional.

4 de marzo de 1997: Nuestro abogado nos dice que, después de dos aplazamientos, el día 13 de marzo subirá el Juzgado de Instrucción de Fraga, a nuestra finca para perturbar el montón de piedras no enjuiciado.

13 de marzo de 1997: El juzgado de Fraga vuelve a subir con la excavadora y proceden a desplazar nuestro montón de piedras al interior de nuestra finca. Hay gran despliegue de efectivos de la Guardia Civil porque la juez de Fraga, Gema Calahorra Brumos, me tilda de "borracho, drogadicto y violento" cosas todas ellas falsas e insultos que se pueden aplicar a ellos.
Ante semejante delito y a pesar de las amenazas constantes que recibo, a las nueve de la noche pongo en conocimiento del Jefe de Puesto de la Guardia Civil de Belver lo que está sucediendo en la Iglesia, porque no puedo denunciarlo ni en el Ayuntamiento, ni en el Juzgado de Paz de Belver, ya que estas instituciones son parte implicada en dicho asalto. El Jefe de Puesto me pone de manifiesto que no sabe nada de las obras que se realizan en la Iglesia y que al día siguiente procederá en consecuencia.

¿Por qué el Juzgado de Instrucción de Fraga y la Audiencia de Huesca no actuaron de oficio conforme a la Constitución Española y a la Ley de Patrimonio Española?

Nota: Los interesados pueden consultar la ley de Patrimonio del Estado Español de 25 de junio de 1985, (Título Preliminar, artículos 7 y 8, Título V, art. 40, 41, 42 y 44) y la Constitución Española de 1978 (Capítulo Tercero, artículo 46). La Ley de Patrimonio Histórico de la Comunidad Autónoma de Aragón (Título Preliminar, artículos 2 y 6) no se aprobó hasta 1999.

(*) Cajas se refiere a ataúdes.

Mi actuación respecto al Patrimonio Emigrado

31 de enero de 1997: Se presenta, otra vez, en nuestra finca el juzgado de instrucción de Fraga para estudiar el terreno. Yo me voy por no verlos.

Ese mismo día las Cortes de Aragón se ponen en contacto telefónico conmigo, para ver si puedo colaborar con ellos y con el Justicia de Aragón en el conflicto que mantienen con Catalunya por los bienes que reclaman al obispado de Lérida. En principio no me comprometo porque bastante faena tengo con los conflictos que se habían generado contra mí por parte del Juzgado de Instrucción de Fraga y la Audiencia de Huesca.

21 de febrero de 1997: Hoy, un vecino del pueblo viene a casa y me comunica que la Plaza de la Iglesia está llena de restos de cadáveres, ataúdes y escombros procedentes del interior de la Iglesia, donde ya han comenzado las obras. Ante esto, comunico a las Cortes de Aragón que me presentaré, si les va bien, el día 26 en Zaragoza, a lo que me responden que me estarán esperando.

26 de febrero de 1997: Voy a Zaragoza y en las Cortes me está esperando la diputada del PAR, Doña Trinidad Aulló, quien me acompaña ante el Presidente de las Cortes, Don Emilio Eiroa García. Le informo de lo que se está haciendo en la Iglesia de Belver, de un expolio y destrucción de Patrimonio Histórico generalizado, en el que se trabaja sin control alguno por parte de las instituciones que tienen que velar por la conservación del Patrimonio. Su respuesta es que éste no es el mejor momento para tomar cartas en el asunto, ya que no conviene que se sepa en Cataluña.
Con respecto a lo que están reclamando a Cataluña, le digo que las reclamaciones nunca se pueden hacer por caminos sin salida y mucho menos ir a hacerlos por la noche con jueces. La vía de reclamación a Cataluña no es posible con delitos como los de Belver, y toda la documentación que poseo, me la reservo.
Les entrego documentación de lo que ya ellos sabían y conocían, en parte. Me dice que me está esperando el Justicia de Aragón, y me regala un libro sobre la Aljafería.
Me desplazo a la sede del Justicia de Aragón, que me está esperando en la calle y que en aquel momento era Don Juan Montserrat Mesanza. Le planteo lo mismo que he planteado en las Cortes de Aragón pero con él soy algo más benevolente con relación a la documentación de mi Biblioteca. Me regala otro libro, éste dedicado.

Siguen los jueces

3 de mayo de 1996: Nuestro abogado de Fraga nos comunica que el 9 de julio de 1996 se celebrará juicio en la Audiencia Provincial de Huesca por el recurso interpuesto por nosotros ante la prevaricación cometida por el juzgado de Instrucción de Fraga en el montón de piedras de nuestra finca (ver plano 8a).

9 de julio de 1996: Se celebra el juicio en la Audiencia de Huesca y el mismo empieza con los insultos vertidos contra nosotros por el abogado contrario, Emilio Rubio Carretón: "Esta gente se burlan y desobedecen a la Justicia y a los Jueces".
Nuestro abogado no dice nada pero la mesa presidida por Santiago Serena Puig sonrió con burla y beneplácito.
Cuando salí de ese antro, le pregunté a mi abogado por qué había permitido semejante aberración. Su respuesta fue la propia del que come en el mismo plato: "se han excedido con vosotros".
Ante los hechos, buscamos cambiar de abogados, pero ninguno de los de la zona se atrevió a hacerse cargo del caso, porque no veían camino de solución ante la implicación de la Audiencia de Huesca y tuvimos que seguir con el mismo.

13 de setiembre de 1996: Nos llega una citación para presentarnos el día 25 al Juzgado de Belver.

25 de setiembre de 1996: La Comisión de Secretarias del Juzgado de Zaidín, nos trae un documento pero no les firmamos el acuse de recibo visto lo visto en la Audiencia de Huesca.

20 de noviembre de 1996: La misma Comisión de Secretarias nos hace llegar otro documento en el que declaran a mi madre, Guadalupe Sans Alentá, en rebeldía. En esa fecha mi madre cumple los 80 años. Las madres de todos ellos deberían declararse en rebeldía por haber parido semejantes engendros.

Empieza el expolio

Como ya me tenían permanentemente ocupado en los juzgados con sus demandas y prevaricaciones, creyeron algunos que era el momento adecuado para comenzar a hurgar en la Iglesia de Nuestra de la Asunción.

Con fecha 5 de julio de 1996 el cura párroco de Belver, Isidro Berenguer Tomás, pasa una circular a los vecinos del pueblo anunciando el comienzo de las obras en el interior de la Iglesia (ver documento).

¿Qué suelo puede ser más digno para una iglesia que el original del siglo XVI? El que puso, propio de una entidad bancaria del siglo XX, desde luego NO.

Otra más de jueces

29 de setiembre de 1995: Vamos a Fraga, mi hermano y yo, por citación que nos hace nuestro abogado, que nos comunica que el día 2 de octubre subirá el juzgado de Fraga con intención de tocar nuestro montón de piedras (ver plano nº 8a), algo que no pueden hacer ya que ese lugar no aparece en el interdicto fallado en contra nuestra (ver referencia al 18 de julio en "1994-1997 2ª parte").

2 de octubre de 1995: El Juzgado de Instrucción de Fraga sube a Belver, a nuestra finca, con una excavadora de dicha ciudad y procede a esplanar nuestro montón de piedras a pesar de que no fue interdictado. Esto tiene un nombre: prevaricación, perjurio y dolo.

20 de octubre de 1995: Conocemos por nuestro abogado que los interdictantes (Juan José Soldevilla Bardají y José Miguel Fiestas Lorda) por medio de su abogado, Emilio Rubio Carretón, solicitan que nuestro montón de piedras sea retirado en su totalidad.

23 de octubre de 1995: Juan José Soldevilla Bardají, José Miguel Fiestas Lorda y el resto de individuos que les acompañan, proceden nocturnamente, con sus maquinarias agrícolas, a rebajar el montón de piedras y a romper los cajeros de la Acequia General de Riegos de Planas Altas, rellenando el cauce de dicha acequia con los escombros obtenidos, dándose así paso por nuestro montón de piedras y por dicha acequia , extendiendo el camino a las fincas no interdictadas números 11 y 12.
Según dicen ellos, realizan dichos trabajos por orden de la juez de Fraga y poseen un documento firmado por todos los que intervienen en el asunto (documento que jamás mostraron y que sólo usaron para intimidar).

24 de octubre de 1995: El guarda jurado de la Comunidad de Regantes se percata de los desperfectos en la acequia y lo comunica a la Comunidad de Regantes y el Jurado de Riegos se reúne, por 1ª vez, el 27 de octubre (ver documento)

29 de octubre de 1995: El propietario de la finca nº 11, José Senar Soldevilla, pone denuncia ante el cuartel de la guardia civil de Belver debido a la modificación sufrida por su finca.

30 de octubre de 1995: El propietario de la finca nº 12, Agustín Canalís Lozano, pone denuncia ante el cuartel de la guardia civil de Belver debido a la modificación sufrida por su finca.

A día de hoy, nuestra finca (la de los vecinos ya no) sigue estando modificada en la parte prevaricada por los jueces.